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Este documento, elaborado por Carlos Cabrera, director de FuturoLab, junto con Jorge Mattar y Claudia Shatan, investigadores asociados de FuturoLab, Jorge Mario Martínez-Piva, director de la Sede Subregional de la CEPAL en México, Ramón Padilla y Leda Peralta, expertos y funcionarios de la CEPAL, plantea 11 temas clave para implementar una política de desarrollo productivo sostenible en México. El contenido surge de diversas mesas de diálogo organizadas por la Fundación Friedrich Ebert y la CEPAL, donde participaron actores clave de los sectores académico, público, privado y social, tanto de México como de otras regiones del mundo.
Entre las conclusiones de este documento se destaca que las políticas de desarrollo productivo pueden jugar un papel fundamental en la transformación estructural de las economías, permitiendo la transición hacia modelos de crecimiento más equitativos y sostenibles. La evidencia internacional muestra que los países que han logrado avances significativos en términos de bienestar y competitividad han implementado estrategias activas para fortalecer sus sectores productivos. Contar con un sector moderno y próspero no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también es esencial para financiar un estado de bienestar sólido que garantice mejores condiciones de vida para la población. Además, las decisiones sobre qué sectores y actividades económicas se fomentan determinan las condiciones sociales y ambientales del país, afectando desde la generación de empleo hasta la sostenibilidad de los recursos naturales. En este contexto, el resurgimiento global de las políticas de desarrollo productivo refleja un consenso cada vez mayor sobre su importancia y su enorme potencial para generar una transformación inclusiva y resiliente, alineada con los desafíos del siglo XXI.
El resurgimiento de las políticas de desarrollo productivo en el ámbito global representa una oportunidad clave para México. La transformación estructural de la economía no sucederá de manera automática; requiere una estrategia clara, políticas activas y un esfuerzo coordinado entre los sectores público y privado. Adoptar un enfoque sostenible, inclusivo e innovador permitirá no solo fortalecer la competitividad del país, sino también avanzar hacia un modelo de desarrollo que promueva la equidad y la resiliencia ambiental, respondiendo a los retos del siglo XXI con una visión de largo plazo.
Entre las herramientas con mayor potencial para el contexto mexicano destacan dos enfoques clave:
- Iniciativas clúster: Estas iniciativas reúnen a actores clave del sector público, privado y académico en un marco de diálogo colaborativo. Su flexibilidad para adaptarse a condiciones locales y necesidades emergentes las convierte en motores de transformación productiva. Buscan mejorar la productividad, el empleo y la innovación, resolviendo cuellos de botella mediante una articulación efectiva y una visión compartida. Su éxito depende del ecosistema empresarial, la gobernanza y el marco de políticas públicas en el que operan.
- Cadenas de valor: Estas iniciativas buscan fortalecer todos los eslabones de una actividad económica, superar restricciones y contribuir al desarrollo económico y social. Al igual que los clústeres, requieren un enfoque participativo para identificar obstáculos y diseñar soluciones con el sector público, la academia y actores clave de la cadena productiva. El sector público desempeña un papel crucial en la convocatoria, coordinación y ejecución de acciones. El fortalecimiento de las cadenas de valor no solo optimiza la eficiencia y sofisticación productiva, sino que también mejora la calidad de los bienes y servicios, así como las condiciones laborales.
Conclusiones clave:
- El rol central del Estado en el diseño, implementación y coordinación de las políticas de desarrollo productivo sostenible.
- Coordinación público-privada e interinstitucional. La cooperación efectiva entre sectores e instituciones permite articular políticas con mayor impacto y sostenibilidad en el tiempo.
- Priorizar sectores estratégicos. El desarrollo productivo sostenible requiere identificar sectores con alto potencial de transformación productiva y encadenamientos estratégicos para focalizar esfuerzos y recursos.
- Necesidad de una Estrategia Nacional para el Desarrollo Productivo Sostenible, basada en un proceso de diálogo abierto y participativo que garantice la alineación de objetivos y acciones entre los actores clave.
- Articulación con la innovación y el cambio tecnológico. En un contexto de transformación acelerada, es imprescindible contar con políticas de innovación que se vinculen con los sectores estratégicos y faciliten la adopción de nuevas tecnologías.
- Formación técnica profesional con perspectiva de género. Es clave rediseñar los sistemas de capacitación y educación técnica para dotar a la fuerza laboral de habilidades relevantes y promover la inclusión de mujeres en sectores estratégicos.
- Creación de un Consejo para el Desarrollo Productivo Sostenible, que institucionalice la coordinación entre el sector público y privado y garantice un proceso de implementación estructurado y eficaz.
- Enfoque iterativo y experimentalista. La implementación de una política de desarrollo productivo sostenible debe entenderse como un proceso de aprendizaje continuo, con mecanismos de evaluación y ajuste para responder a los cambios en el entorno económico y social.
- Fortalecimiento de capacidades institucionales. Para asegurar la efectividad de las políticas, es crucial mejorar las capacidades técnicas y operativas de las instituciones responsables de su implementación.
- Asignación de recursos suficientes. Es necesario garantizar inversiones adecuadas y fortalecer a las instituciones involucradas para lograr resultados tangibles.
- Dimensión territorial del desarrollo productivo. En un país con grandes desigualdades regionales, las políticas deben considerar las particularidades de cada territorio y promover un desarrollo equilibrado y sostenible.
En FuturoLab, estamos comprometidos con generar conocimiento y propuestas para contribuir a este proceso. Diseñar y acompañar la implementación de políticas orientadas a impulsar una transformación productiva que promueva la prosperidad, el bienestar de las personas y la regeneración de los ecosistemas es un eje central de nuestro trabajo. Invitamos a la comunidad académica, empresarial y organizaciones sociales a sumarse a esta conversación e impulsar la construcción de un México más próspero y sostenible.